Un Era Glaciar después, llego con... ¡la reseña de La suerte de los ladrones!
Sí, sí, lo sé. Debo de ser la persona más lenta del mundo leyendo, porque para las 422 páginas llevo toda una vida (y eso que me ha encantado y requete-enganchado el libro, que sino...), pero he estado peleándome con un examen, y desde febrero ya había perdido la práctica y cuesta volver a acostumbrarse a esto de estudiar todos los días. En fin, que os dejo con la reseña de este librito, recomendadísimo para todo el mundo, incluso puede que más para la gente que no es muy amante del género fantástico/épico; puede ser el libro ideal para iniciarse en este mundillo sin que te dé dolor de cabeza (sé de gente que ha intentado entrar en él a base de leerse a George R. R. Martin y... hombre, quizás haya que empezar con algo más light).
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Título: La suerte de los ladrones (El mensajero de la oscuridad 1)
Autor: Lynn Flewelling
Editorial: La Factoría de Ideas
Páginas: 422
Formato: Rústico
Precio: 3,95€
Cuando el joven Alec de Kerry es encarcelado por un crimen que no cometió, está convencido de que su vida toca a su fin. Pero no ha contado con su compañero de celda. Espía, pícaro, ladrón y noble, Seregil de Rhíminee es muchas cosas... y ninguna de ellas predecible. Y cuando ofrece a Alec tomarlo como aprendiz, puede que las cosas nunca vuelvan a ser iguales para ambos. Antes de darse cuenta, Alec está viajando por caminos que nunca supo que existían, en dirección a una guerra que nunca sospechó que se estuviera preparando. Pronto, Seregil y él se ven arrastrados a una siniestra trama que discurre por profundidades que ni siquiera alcanzan a imaginar, y que podría costarles mucho más que la vida si fracasan. Pero la fortuna es tan impredecible como el nuevo mentor de Alec y, ¿quién sabe?, esta vez podrían toparse con… |
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Este libro me ha encantado, así que tendré mil cosas que decir de él. Para ir agilizando, voy directo al breve resumen de la trama sacado de mi propia cosecha. Como siempre, podéis leer tranquilos tanto el resumen como toda la ristra de comentarios varios que lo siguen, porque habrá 0% de spoilers.
La historia es aún más arquetípica de lo que pinta por la sinopsis. En serio, es totalmente tópica dentro de lo que es la fantasía épica inocente (llamemos "inocente" a la que se aleja un poco de la mertiente realista y sangrienta de señores como el omnipresente R. R. Martin). Cualquier lector habitual de este género reconocerá los clásicos elementos: chico humilde que vive feliz y aburrido en su pueblo hasta que comienza la historia, una guerra en ciernes, magia a raudales, algún objeto mágico/maldito, y un gran peligro que amenaza a nuestros héroes y que podría recibir el nombre prototípico de "Oscuridad". Para los que se hayan perdido un poco, "Oscuridad" viene a ser un nombre cualquiera para referirse al clásico personaje ultrapoderoso que se acerca, y cuya llegada al mundo/continente/dimensión/loquesea hay que evitar para salvarlo de la destrucción absoluta. Es decir, un Sauron de ESDLA o una Takhisis de Dragonlance.
Con estas premisas, comienza nuestra historia (y os juro que nada de lo que he dicho se considera un spoiler; son puros tópicos del género que aquí hacen su aparición). Alec es rescatado por Seregil, un habilidoso pícaro, de una muerte segura, y juntos emprenden un viaje; Alec es huérfano, no tiene hogar ni seres queridos esperándole en ninguna parte, y Seregil le resulta enigmático y fascinante, así que, cuando éste quiere que se convierta en su aprendiz, no duda ni un instante. A partir de aquí seguimos las andanzas de ambos (y algún amigo más). Seregil va entrenando a Alec en distintas artes (desde la lectura al manejo de ganzúas) al tiempo que nace entre ellos una amistad. Pero las cosas se precipitan y las circunstancias harán que su tranquilidad desaparezca. Nos encantremos entonces en medio de una gran urbe llena de conspiraciones políticas y magia, donde Alec tiene que aprender a sobrevivir al tiempo que descubre, junto a Seregil y los demás, lo que está pasando allí. La nación enemiga parece prepararse para la guerra, dentro de la suya surgen divisiones. Traiciones, magia negra y una buena ración de aventuras rápidas cargadas de humor y personajes carismáticos.
Y después de este nada breve resumen del argumento, tengo que insistir en que me he enamorado de este libro. Es (muy) difícil de explicar para que se entienda, pero lo cierto es que, a pesar de todos los tópicos de la fantasía épica que nos encontramos a lo largo de las páginas, la novela no es en absoluto aburrida o simple. Muy al contrario, engancha desde el primer capítulo; incluso resulta entretenida la ración de explicaciones varias sobre el mundo que siempre encontramos al principio de esta clase de libros.
Tengo que advertiros de que es una saga. Pero, cuidado, tengo entendido que se cuentan historias independientes, salvo en el caso de este primer libro, cuya historia concluye en el segundo. Cuando lea el segundo os lo confirmaré, pero espero que sea así. En éste, la trama de "Oscuridad" que os mencioné antes no se desarrolla apenas. Es casi decepcionante, porque al principio vemos muchos indicios, algún capítulo narrado desde el punto de vista del personaje que promete ser el antagonista principal, y de pronto... ¡Chof! Todo eso se queda a un lado, descansando, mientras el libro toma otros derroteros y se centra en la historia que envuelve a la nación de Eskalia, en concreto, a sus problemas internos, en los que Seregil y Alec se verán involucrados casi sin querer.
De este modo, cuando uno está ya convencido de que va a encontrarse con el Sauron de turno y una gran batalla, el libro, sin dejar a un lado los topicazos del género, consigue sorprender con un giro brusco que al principio te deja un poco aturdido. Pero, cuando ya vas pasando las páginas, acabas por olvidarte de esa primera trama del señor maligno que se intuía, hasta que, al final del libro, te lo recuerdan. Es entonces cuando uno se da cuenta de que la historia no termina ahí, y que tendrá que hacerse con la continuación si quiere ver en qué para todo esto.
Como os digo, no es un libro sencillo de reseñar, porque no es para nada innovador, pero tampoco es un libro más de fantasía dulce o inocente. Es un libro brillante, con unos personajes (sobre todos los dos grandes protagonistas) con los que es facilísimo encariñarse, una trama que se va desarrollando lenta y correctamente, sin grandes sorpresas ni decepciones y un aire de comedia casi gamberro a veces. En ese sentido, la autora huye de los tabúes, y no tiene problema en presentarnos a un poderosísimo mago (el Gandalf de turno, sí; que sé que lo estabais pensando) que tiene relaciones con una mujer (aún cuando no está bien visto que los hechiceros anden en esas cosas) mucho más joven que él. Y éste es sólo un ejemplo. Alec es un muchacho extremadamente pudoroso, y a lo largo del libro son habituales las situaciones que le hacen ruborizarse. En ese sentido sí que os encontraréis algo nuevo; nada de héroes serios y entregados a la causa. Alec, Seregil y los demás tienen tiempo para, entre aventura y aventura, entretenerse tomando unas cervezas o bromear alegremente sobre temas de todo tipo, como es de esperar en dos chicos jóvenes del mundo y la época que sea.
En resumen, es algo así como una de esas películas "para todos los públicos", que no suelen ser dignas de mil premios, pero te entretienen como ninguna. Si esperáis una gran historia llena de innovaciones, seriedad y personajes heroícos, mejor probáis con alguno de los grandes del género. Lynn Flewelling nos ofrece una fantasía tradicional, pero liberal; una trama arquetípica que al mismo tiempo mezcla las intrigas políticas con la magia más oscura; una obra sin pretensiones, de ésas que se leen por gusto cuando no tienes otra cosa que hacer y te enamoran durante las tardes que tardas en leértela. Si en la literatura lo que se busca es el entretenimiento, yo creo que esta buena señora ha sabido encontrarlo. Y, para más inri, escribe rematadamente bien. Su forma de narrar (y sobre todos sus descripciones) me gusta mil veces más que la de muchos grandes autores del género; no se anda por las ramas tanto como otros, aunque a veces sí que se le va un poco la mano, y sabe utilizar las palabras con una precisión y una belleza que me sorprendieron desde el primer momento.
El conjunto es un libro que engancha y enamora sin hacer que te comas demasiado la cabeza o te esfuerces en recordar toda la genealogía de una poderosa dinastía. Tampoco es necesario que conozcas toda la historia de una raza antiquísima. Simplemente, te sientas en el sofá, pasas las páginas y disfrutas de esta historia tópica y al mismo tiempo adictiva y divertida.
Os aconsejo que le deis una oportunidad; en cuanto me lea el segundo volumen os contaré si mejora, empeora o se mantiene.