14 abr 2010

Antes de morirme, Jenny Downham

14 abr 2010
Nueva reseña de un libro que terminé hace ya unos días. Puede que tarde un tiempo en traeros la siguiente reseña, pero tengo un maldito examen por delante, así que hasta que lo pase estoy un poco corto de tiempo para leer.

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Título: Antes de morirme
Autor: Jenny Downham
Editorial: Salamandra
Colección: Narrativa
Páginas: 320
Formato: Rústica
Precio: 17.50 €

Un día como cualquier otro te enteras de que te quedan unos pocos meses de vida. Un golpe difícil de asimilar, sin duda, pues ¿cómo afrontas semejante realidad? ¿Qué mecanismos psicológicos se desatan ante la certeza de lo inevitable?

Esta primera novela de la británica Jenny Downham —que gracias al boca a boca se encaramó en el primer puesto de ventas de Inglaterra durante semanas— no se parece a ninguna de las muchas que se han publicado sobre el mismo tema. Descubierta por el editor David Fickling —a cuyo fino olfato debemos hallazgos como la trilogía de Philip Pullman, El curioso incidente del perro a medianoche o El niño con el pijama de rayas—, la historia de Tessa ofrece una mirada mucho más amplia que el dudoso espectáculo de compartir un trance doloroso.

Una nueva percepción del tiempo, la redefinición de las relaciones con los padres y amigos, las primeras aventuras amorosas, en suma, un proceso de madurez acelerado que, narrado con inolvidables momentos de ironía y humor, destila una vitalidad sorprendente al tiempo que invita a la reflexión sobre el verdadero valor de las cosas.

De este libro se ha dicho:

"Una novela que rompe moldes."
Publishers Weekly

"Un libro hermoso y triste. Un canto a la vida aunque su tema sea la muerte."
The Irish Times

MI VALORACIÓN:


* * *

Antes de coger Antes de morirme, conviene saber que, aunque el tema que trata es ese tan manido de "¿qué harías si fueses a morir dentro de unos meses?", no es ni la mitad de lacrimógeno y surrealista que muchas de las otras historias de este tipo. Es triste, claro está, porque es realista, pero no se regodea en la desgracia de la protagonista y los de su alrededor, sino que más bien retrata la forma en la que cada uno encara la inminente muerte de Tessa. Su padre la sobreprotege, su madre trata de huir de ello, su hermano comienza a descubrir el mundo real, su amiga Zoey la trata como si su enfermedad fuese lo menos importante del mundo... Y Tessa decide que quiere vivir como nunca sus últimos meses, y por ello abandona los tratamientos médicos más agresivos y mantiene sólo los imprescindibles, aun a pesar de que eso va a acortarle aún más la vida.

Insisto; es triste. Pero no es la clase de tristeza que te deprime durante trescientas páginas y hace que quieras tirarte por la ventana mientras lees el libro, sino que más bien es una pena que se siente en momentos puntuales de la historia, cuando se ve que la muerte de Tessa está cerca y todos los personajes comienzan a prepararse para ella. Y a esta tristeza inevitable le acompaña una buena dosis de realismo, humor (negro, muchas veces), amor y, sobre todo, vitalidad. "Un canto a la vida" dicen de él en The Irish Times, y es la forma más acertada de definir este libro. Detrás de esta trama aparentemente destinada a robarnos la energía y dejarnos hechos polvos en el sofá después de terminarla, nos encontramos con una sorprendente carga de vitalidad. El tópico clásico del carpe diem en toda regla. A partir de un determinado momento de la historia (cuando Tessa se relaja un poco y controla sus accesos de locura) empezamos a encontrarnos en cada párrafo una descripción colorida y maravillosa de la mayor nimiedad; cada una de las cosas que suceden ante los ojos de Tessa son vistas por ella como algo genial de lo que quiere disfrutar antes de marcharse. Así, poco a poco, vamos haciéndonos conscientes junto a ella de la cantidad de detalles importantes que se nos escapan a diario; Tessa descubre lo maravillosa que es la vida, y antes de morir nos deja ese conocimiento a nosotros, para que lo aprovechemos durante el tiempo que nos queda.

La trama es un poco la siguiente (sin spoilers):

Tessa tiene leucemia y los médicos le han dicho que ya no hay esperanza; está terminal. Al enterarse, ella decide que no quiere seguir con la quimio y el resto de tratamientos agresivos que la dejan hecha polvo, y que prefiere volver a casa y aprovechar lo mejor que pueda el tiempo que le queda.

La historia comienza un tiempo después de que hayan recibido la noticia, y nos encontramos con una Tessa entre desanimada y enfadada con el mundo, que ha escrito una lista de cosas que quiere hacer antes de morir: sexo, drogas, delitos, fama... Y con la ayuda de su amiga Zoey se dispone a cumplir con cada uno de los diez puntos, aun a sabiendas de que su padre se volverá loco si sigue adelante.

Pero, poco a poco, Tessa irá calmándose y, aunque seguirá cumpliendo los propósitos de su lista, empezará a aceptar su muerte y a aprovechar verdaderamente lo que le queda de vida. Irá madurando a pasos agigantados, y la mayoría de personajes que la rodean harán lo mismo, casi siempre obligados por la situación de Tessa. Al final, su lista inicial de diez puntos irá creciendo y creciendo; con cada día que pasa, Tessa tiene más ganas de vivir, y anota nuevos propósitos en una lista que acaba haciéndose interminable. Y, como es de esperar, el amor está incluído en el lote.

Volviendo un poco a las impresiones generales que me ha causado el libro, lo cierto es que este punto del amor es el que menos me ha gustado. Quizás es que yo tengo una idea rara del romanticismo, pero la relación amorosa de Tessa fue lo que menos me llegó; sus avances con sus padres, su hermano o su amiga Zoey me llegaron al corazón mil veces más. Aunque supongo que la trama amorosa es casi imprescindible en el libro, porque se trata de uno de los sentimientos que hace que Tessa se aferre a la vida como una condenada, y conviene reflejarlo; sin ello la historia perdería, aunque insisto en que no me acaba el convencer el tratamiento que se le da... Me resulta un amor un tanto descafeinado, y quizás demasiado incondicional por parte de él; rara vez nos encontramos con dudas o titubeos en Adam (el chico en cuestión), y eso no deja de ser un tanto inverosímil teniendo en cuenta la situación.

El tratamiento de la relación de Tessa con su familia, por el contrario, es sensacional. Nos encontramos con una especie de padres soltero que la sobreprotege y no renuncia jamás a encontrar una cura milagrosa para su niña; una madre ausente que abandonó a su familia años atrás y que regresa de vez en cuando como si se pasase a saludar, pero que es incapaz de enfrentarse al hecho de que su hija se muere, y trata de huir de ello, como es costumbre en ella. El hermano, por su parte, es todavía un niño, y está muy ocupado siéndolo, pero hacia el final de la historia ya empezamos a ver que se da cuenta de lo que ocurre y, siempre con ese aire infantil suyo, trata de comprender qué le ocurre a Tessa y de enfrentarse a ello.

Y luego está Zoey, la mejor (y única) amiga de Tessa, que es sin duda alguna el personaje más controvertido de la novela. Zoey es carpe diem hecho carne y llevado al exceso, y por eso es la persona que Tessa necesita a su lado para desfasar durante sus últimos meses. Y es que Zoey es la única chica de su edad que la trata como a una persona normal; a veces incluso se pasa tratándola de persona normal, porque llega a echarle en cara que siempre está hablando y pensando en su muerte, como si fuera lo más importante. Con estas premisas, está claro que Zoey tiene muchas papeletas para ser odiada por el lector, y durante las primeras 50-100 páginas, a mí me ocurrió. Me parecía una influencia pésima para Tessa, una egoista sin corazón, y sólo le encontraba una virtud: no se compadecía de Tessa o la sobreprotegía, como hacían todos los demás.

Luego, mi percepción cambió radicalmente. Al mismo tiempo que Tessa comienza a madurar, Zoey hace lo mismo, y los papeles se invierten levemente. Si al principio Zoey era todo energía y Tessa estaba hecha polvo, en un determinado punto de la historia parece que es al contrario, y la propia Zoey llega a decirle a Tessa algo así como que le ha robado la energía. Entonces descubrimos qué le ocurre a Zoey, y vemos como ella, con la ayuda de Tessa, se enfrenta a ese "algo" que le sucede. Esto hace que ambas se sinceren, se conozcan mejor y forjen una amistad verdadera, alejada de ese amistad endeble y medio interesada del principio; las dos evolucionan y se enfrentan a la realidad, cada una a su modo, hasta que llegan a un equilibrio de energías, sin que Zoey deje de ser algo banal y neurótica (pero esto es parte de la esencia del personaje).

La prosa de la autora al principio da la sensación de no ser nada del otro mundo. Nos encontramos con un principio casi enteramente dialogado y con poca carga emocional, porque narra esa primera fase de Tessa, en la que está apática y casi insoportable. Luego, cuando la historia empieza a desarrollarse, se nota el cambio, y comienzan a aparecer algunas descripciones sublimes y pasajes totalmente conmovedores. Todo es muy sencillo en el estilo de esta novela, y es que tiene mucho diálogo, pero la precisión léxica de la autora es sorprendente. A partir de la mitad del libro, me he quedado con la impresión de que daba en el clavo con la palabra necesaria para cada situación; con párrafos de no más de cuatro líneas, consigue transmitirnos muchísimos sentimientos, y de manera que resulta muy realista. Y me remito al final de la historia, que, sobre todo a nivel estilístico, es una maravilla; encaja perfectamente con la situación, y cuando lo leáis entenderéis mejor lo que quiero decir (explicarlo más claramente sería entrar en spoilers).

En definitiva: un libro recomendadísimo. Como os digo, hay muchísimo diálogo y la parte de narración es breve y sorprendentemente precisa, así que se lee en un santiamen, incluso del tirón si leéis algo más rápido que yo, que soy una tortuga. No os prometo que vaya a convertirse en vuestro libro favorito, ni siquiera que os vaya a gustar, pero a mí me ha encantado la manera en que esta autora ha tratado de dar realismo a una historia en la que normalmente sólo encontramos lágrimas gratuitas y pesimismo. Cuando terminas, aunque te haya caído alguna lagrimita, en cierta manera sonríes, porque es de esos libros que te hace sentir feliz y afortunado por estar vivo y tener todo lo que tienes.

Y hasta aquí. Bastante me he enrollado ya. Nos vemos en la próxima entrada, que espero que sea pronto.

10 comentarios:

Bucs dijo...

Etupenda entrada, Refugiado ;)

Te has enrollado, sí, pero esto es lo que llaman "crítica literaria". Hay que extenderse y hay que destripar por detalles, como has hecho tú ^^.

No conocía la novela en cuestión, aunque ahora me siento incluso personaje :P

Saludos.

Pasajes románticos dijo...

Muy buena la crítica.

Por lo que has dicho me ha recordado un poco a Un grito de amor desde el centro del mundo que me gusto muchísimo.

Este lo vi ayer en la biblioteca pero me apetecía algo bastante mas ligerito, la próxima vez que vaya me lo traigo.

Saludos!

~Dácil

Iraya Martín dijo...

Permíteme que te lea fragmentado porque no me suele gustar que me cuenten demasiado del argumento y si mucho de opiniones. Tengo este libro apuntado hace casi un año en mi lista y caerá muy prontito porque me lo quiero pedir la Círculo. Me consuela saber que no se regodea en su desgracia porque no nada que me mate más que los libros tan dramáticos.

Anabel Botella dijo...

Lo he visto en círculo y no me decidía, pero veo que vale la pena, así que igual me lo pienso, aunque también me apetece El circo de los extraños.

Leyna dijo...

Buenísima reseña ^^

El libro es muy bueno, lo leí el verano pasado y me gustó mucho. Aunque todavía hoy me pongo triste al pensar en él :S

¡Un abrazo! =)

Lisa Marin dijo...

Pues mira que lo he pensado veces. Pero nunca me decido a comprármelo xD

Lo voy a poner en la lista de los que quiero leer próximamente ^^

Besitos!

Unknown dijo...

Te lo voy a decir claro:

LO QUIERO!

Ni me llamaba la atención, ni me interesaba, ni nada de nada. PERO, tu reseña, exclusivamente la tuya, que lo has reseñado impresionantemente bien, me ha hecho desear tenerlo aquí, en mis manos y llorar leyéndolo.

Me ha encantado tu reseña, todo lo que has contado. Adoro las reseñas largas, y la tuya, uf, te digo, lo-quiero-ya!!

Este tipo de libros se agradecen, esos que te dejan esa sensación de: Dios, estoy vivo.

Y que terminas cerrándolo con una valoración de la vida distinta. Necesito eso en mis venas!!

Gracias por tan buena reseña *_*

-Da-

- Bella - dijo...

Me ha encantado tu reseña, realmente he disfrutado muchísimo de tus palabras, has sabido decir lo bueno, lo malo, lo regular y lo de más allá con una escritura cuidada y magnífica. ¡Felicidades!

En cuanto al libro, después de leer la reseña me ha dejado mejor sabor de boca todavía ;) ya lo tenía apuntado y seguro que me hago con él pronto. Parece del tipo profundo, y si te deja con la sensación de el Carpe Diem en vez del desasosiego que da leer el final de historias de éste tipo, mejor que mejor.

¡muá!

Wissper dijo...

Digo lo que todos, una reseña muy bien hecha, que ha logrado convencerme, lo apunto, tarde o temprano será leído...
Te sigo, me gusta mucho el blog y tus reseñas sobre todo(aunque sólo haya leído una). También te afilio a mi blog~~

Jorge dijo...

Sois tan achuchablemente adorables... *O*

En serio, muchas gracias a todos por pasaros y contagiaros de mi amor por este libro. Que tampoco es la nueva maravilla de la literatura, cuidado, no vaya a ser que os deis un golpe por culpa de mi reseña demasiado vehemente xD. Pero si la leéis en un día bueno (abstenerse en épocas de bajón), seguro que sabéis verle ese lado vitalista que le he encontrado yo ^^.

Nos vemos pronto, gentecilla refugiada!

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